¿Por qué las ofertas sin rango salarial alejan al talento joven?

Hoy, en día aún existen muchas compañías que cometen un error que las está dejando fuera del radar del talento joven: publicar ofertas de empleo sin un rango salarial.

Puede parecer un detalle menor o una cuestión “de política interna”, pero la realidad es que para las nuevas generaciones, es una señal de desconfianza, opacidad y desalineación con el mundo laboral actual.

1. La falta de transparencia se percibe como una falta de respeto

El salario no es solo un número. Es una forma de reconocimiento. Cuando una empresa omite esa información, lo que el candidato percibe no es prudencia, sino desinterés. El mensaje que se transmite en: “Queremos saber todo de ti, pero no te diremos nada de nosotros”. Y en una generación que valora la reciprocidad y la coherencia, eso pesa.

2. El tiempo también es un recurso valioso

Los jóvenes profesionales, sobre todo aquellos con formación digital y habilidades demandadas, no quieren invertir horas en procesos que podrían haberse evitado con una cifra clara en el anuncio. Aplicar a una oferta, pasar filtros, entrevistas y dinámicas para descubrir al final que el salario está muy por debajo de lo esperado, genera frustración y pérdida de confianza hacia la empresa.

Publicar un rango salarial no solo ahorra tiempo al candidato: también optimiza los recursos de los equipos de selección.

3. La transparencia genera compromiso

Un rango salarial visible es una declaración de principios. Comunica que la empresa valora la equidad y no teme hablar de temas que históricamente se han tratado con secretismo. Además, demuestra que hay una estructura y una lógica detrás de la compensación, lo que resulta atractivo para el talento joven, acostumbrado a cuestionar lo establecido y exigir coherencia.

4. Competir por talento requiere empatía, no misterio

El mercado laboral actual es competitivo, y los jóvenes no buscan solo un empleo, sino una experiencia laboral que los haga sentir valorados. Omitir el rango salarial puede parecer una estrategia para “mantener flexibilidad”, pero en la práctica, funciona al revés: reduce el número de postulantes cualificados y aumenta la desconfianza hacia la marca empleadora.

Ser transparente no resta poder negociador, lo potencia. Porque la confianza atrae, y la opacidad aleja.

El talento joven no busca que le den todo hecho, pero sí exige honestidad desde el primer contacto. Las empresas que aún publican ofertas sin rango salarial no solo pierden candidatos: pierden credibilidad. Y en un entorno donde la reputación empleadora se construye en redes sociales, foros y plataformas de empleo, esa falta de transparencia tiene un costo mucho más alto que cualquier rango publicado.

La solución es simple: mostrar el salario no es una amenaza, es una oportunidad. Una oportunidad para atraer a quienes quieren crecer contigo, no solo trabajar para ti.